Decía Morihei Ueshiba creador del Aikido que «La verdadera victoria es la victoria sobre si mismo» pues esta es mi victoria.
Fea, desangelada, llena de defectos pero una gran victoria.
Durante dos días han subido y bajado todos los santos de los cielos, he estirado, tejido, destejido, insultado al hilo, al ganchillo, a mi mano, pero seguía adelante.
Aunque viera que había formas raras, puntos que salían y desaparecían como por arte de magia, formas de tejer que tuve que aprender sobre la marcha y me tuviera que medio inventar la forma de llegar al mismo punto donde estaba la labor del tutorial, no me he dado por vencida. He seguido luchando hasta el último minuto, hasta la ultima puntada con poca fe en el éxito pero echándole todo el tesón y la paciencia que podía reunir.
Vencer las limitaciones, sean las que sean, es una gran batalla. Celebremos la victoria.