Caperucita 07

caperucita

Hay una moraleja
Ay de aquella que el sendero deja!
No os fieis de ningun forastero
si quereis elegir vuestro derrotero
sed bellas pero tambien sagaces
un lobo se esconde tras mil disfraces.
Ahora como antes
es una verdad evidente
cuanto mas dulce la lengua
mas afilado el diente.

Detras de Caperucita parte primera

Antes de nada debo advertir que la version que habitualmente contamos hoy en día no me gusta. Creo recordar que cuando era pequeña en la version que me contaban no habia cazador, ni leñador ni ningun otro -or ni -ero que librara a Caperucita y a
su abuela de ser comidas.
Sólo después de la primera infancia he escuchado esa versión edulcorada.
Deduzco de eso que tanto mi madre como mi abuela conocían la primera versión escrita y publicada  que forma parte de un librito de 8 relatos que Charles Perrault publico en 1697 bajo el seudónimo de Pierre Perrault (su propio hijo) para evitar las burlas que pudieran surgir en la Academia Francesa a la que pertenecía por haber escrito una recopilacion de cuentos.
Este libro se llamó «Histoires ou contes du temps passé, avec des moralités. Les Contes de ma mère l’Oye» o sea «Historias o cuentos del pasado, con moralejas.Los cuentos de mi madre la Oca» y fué dedicado a Elisabeth Charlotte d’ Orleans sobrina de Luis XIV.
Perrault no inventa estos cuentos sino que se inspira en historias populares de la tradicion oral y probablemente tambien del Pentameron de Giambattista Basile otra recopilacion donde ya aparecen Cenicienta, La bella durmiente, Piel de asno…
Es imposible saber exactamente cuando tomó forma éste cuento pero en la Centroeuropa de la época se contaban por lo menos 20 versiones entre las cuales se encuentran “La Falsa Abuela» también llamado «El cuento de la abuela» mucho, muchisimo más fuerte que la versión de Perrault donde hay muestras de canibalismo, sexo y demas lindezas.
En este caso, Caperucita es suficientemente lista como para salir bien parada del trance.
Éste es probablemente uno de los cuentos más extendidos en todas las culturas, por supuesto, no siempre es una niña, en ningun caso desobedece consejo alguno de su madre, y desde luego lo de la capita, es un asunto que comienza mas o menos en la epoca de Perrault, ya que los peligros de una señorita noble en la corte de Luis XVI no incluian ser asaltada y/o devorada en pleno bosque sobre todo porque las señoritas no iban al bosque y menos solas.
Así que, en este caso se transforma el peligro inicial que aparecía en el cuento primitivo.
Los campesinos hablaban sobre el mundo en el que vivían. La extrema pobreza y el hambre de la época derivaban en vandalismo y andar por los bosques era un verdadero peligro y el sexo en un ambiente rural donde una familia de 6 u ocho miembros compartian una misma habitación no.
Dejo para la segunda parte las interpretaciones de la version de Perrault y posteriores, ya con caperuza, recomendaciones maternales y finales felices (en algunos casos).

Deberes y derechos


Llovía, hacia fresco, tenía sueño, pero hoy estuve donde debía estar, expresando alto y claro lo que no quiero y lo que pueden hacer con esta reforma laboral que hace que hoy sea mas esclava de lo que era hace un año.
Sé que algunos dirán que salir a la calle no sirve de nada pero por algun sitio hay que empezar. Finalmente la única batalla que se pierde es aquella que se abandona.

Poesia para la supervivencia

nebulosa de la gaviotaEl cielo de Dios también tiene oscuridad
Escribo sobre el papel blanco:
a, b, c, d…
Como siembro la escritura
Dios siembra las estrellas
en el cielo nocturno.

¿Por qué temo el espacio blanco?
El espacio divino
desea llenar con luz
la vacuidad absoluta,
pero yo quiero
llenarlo con palabras.

Cuando disperso la escritura
sobre el papel blanco:
uno, dos, tres, cuatro…,
las semillas que caen a la tierra
se convierten en flores, hierbas
y árboles.

Cuando llegue su tiempo,
también volverán al espacio vacío.
En la distancia entre tú y yo,
el lenguaje
desaparece a la luz de la estrella fugaz.
Por tener luz, el cielo de Dios
también tiene tiniebla.

Oh Sae-young   El cielo de Dios también tiene oscuridad

Caperucita 05

Estas cansada de tu viaje, hija? Entonces quítate la ropa, ven a la cama, aqui te cobijaré.

¿Donde pongo mi delantal, abuela?

Arrojalo al fuego mi niña no lo necesitaras mas.

Donde debo poner mi corpiño abuela?

-Tírala al fuego, pues no la vas a necesitar más.

Y la jovencita se quitó la falda, y preguntó:

-Abuela, ¿dónde pongo mi falda?

-Tírala al fuego, pues no la vas a necesitar más.

Y la jovencita se quitó las enaguas, y preguntó:

-Abuela, ¿dónde pongo mis enaguas?

-Tíralas al fuego, pues no las vas a necesitar más.

Y la jovencita se quitó las medias, y preguntó:

-Abuela, ¿dónde pongo mis medias?

-Tíralas al fuego, pues no las vas a necesitar más.

Y la jovencita se quitó la camisa, y preguntó:

-Abuela, ¿dónde pongo mi camisa?

-Tírala al fuego, pues no la vas a necesitar más.

Cuando caminó hacia la cama la niña dijo

Abuela ¡que peluda eres!

El cuento de la abuela (relato oral del  S.XVIII)

Es para abrigarte mejor, mi niña.

 

Un detalle


Hoy alguien me ha sorprendido, un cliente me ha regalado una enorme caja de bombones.
Ha esperado a que todo el mundo se fuera, ha salido un momento y al volver con un gesto medio vergonzoso me ha dicho -Toma.
Así, a quemarropa, sin explicación alguna.
Me he quedado un poco azorada, sin saber donde poner las manos ni muy bien que hacer así que he puesto la sonrisa más encantadora que he podido y he dado las gracias.
No importa el valor del regalo en sí sino quién lo ha hecho, un hombre con el que me esfuerzo mucho cada día que visito, con el que tengo una inmensa paciencia porque entre nosotros no hay ninguna química personal.
A veces las sorpresas pueden ser buenas, hoy quien menos me esperaba me ha endulzado el día.