El dia no pudo empezar peor, Gazteiz nos dio la bienvenida con un agua que recordaba sospechosamente a la nieve blanda y hacia mas frio del que esperaba.
Tras armarme con un plano decidí recorrer una zona bastante alejada del centro (tan pulido, tan ordenado, tan limpio e institucional), explorar un barrio obrero de los muchos que hay en todas las ciudades.
Frio, viento, lluvia, algo de granizo, sin guantes ni bufanda, sin botas para la lluvia, con un paraguas pequeño para taparnos a mi y al objetivo,las cosas se ponian dificiles.
Menos mal que doblando un par de esquinas empezaron a aparecer uno tras otro algunos de los graffitis y murales mas bonitos que he visto ultimamente, incluso pude ver trabajar y hablar con uno de los graffiteros de la zona. Un lujo.