Iniciando nuevos caminos

Llevaba mucho tiempo mareando la perdiz, que si, que no que en otra ocasion, que si mira en que fechas estamos, que si no tengo tiempo… todo eso que se dice cuando uno quiere hacer algo pero a la vez no.

Yo llevaba mucho tiempo asi y hoy he zanjado el asunto. 
Hoy he ido a mi primera clase de baile flamenco. 
Las demás llevan ya dos semanas de clase y he entrado por los pelos pero ahí estoy; bailando todos los jueves con mis dos pies izquierdos.

Datos

Un dia del verano pasado compartiendo una noche de paseo y conversación con una persona muy cercana jugamos un poco por casualidad a un juego. 

El otro tenia que decir por lo menos 3 cosas que le gustaran a la otra persona, 3 cosas que le disgustaran y 3 cosas que le asustaran.
Me sorprendió ver que no llegaba a nombrar una, desde entonces me ronda por la cabeza la idea de que quizas no expreso con claridad cuales son mis preferencias.
Quizas es que tengo el gran defecto de ser una acumuladora compulsiva de datos, me gusta saber cosas absurdas e inutiles de la gente, como por ejemplo si le gusta la sopa de estrellitas o si su primera novia se llamaba Rosa o si sus lapices tienen que ser del 2B. 
Cosas sin importancia, menudencias, piececitas de un puzzle enorme, rueditas, manivelas, engranajes, abalorios, tornillos, condensadores y todas esas cosas de las que están hechas las personas. 

Lluvia

con los pies mojados                                                                  
y la cabeza caliente
rabiosa y de mal humor
echandote la culpa 
de mi torpeza
llegas tarde,
tambien estas mojado
de los pies a la cabeza
como recien bautizado,
resplandeces
me sonries
sale el sol

Reparando daños

Ayer creo que no me sentó demasiado bien no se si el entreno, la clase posterior, el cambio de temperatura o que, pero hoy me encontraba peor, con fatiga al respirar y bastante mal cuerpo. Para agravar el asunto, el trabajo se amontona, aparecen tareas inesperadas de debajo de las piedras y no doy abasto.

Por todo esto cuando he llegado a casa estaba hecha un trapito , asi que me he comido algo y me he apropiado de la manta y del sillon un largo largo rato, después me he pasado la tarde rematando un diseño, mientras bebia zumo y escuchaba tangos. 
Ya no duele Bajofondo

Bajo a tomar un café, 
tropiezo casi caigo y siento que,  
por un momento pierdo la fé.
  
Me consuelo pensando que ya no muerdo el anzuelo,  
levanto el alma del suelo, 
prendo un pucho, 
y salgo de este sucucho.  

Llevo en la mano el cigarro 
y pienso "otro crack con pies de barro".  

Mejor jugar de callado y nunca treparse al carro,  
ando emperrado en encontrar el tiempo perdido, 
en lamentos apretados,  
en penales casi siempre mal pateados.
  
Laburo por chirolas, 
no quiero seguir y decido salir de la cola.  
Y aunque el lobo no puede, 
y aunque las gambas casi no quieren,  
doy una vuelta a ver si todavía llueve.  
 
Ya no duele el corazón 
y esta noche ya no sopla el viento del dolor  
Ya no duele el corazón 
y es un amargo bandoneón lo que amaga en mi canción  
 
El vidrio que me mira, 
la gente que dobla la esquina, 
la bocanada casi me tira  
y la rambla, que sigue vacía.  

Suelo mojado, 
el tránsito encajonado  
(como un perro que ladra encerrado en una trampa desconocida)  
La lluvia que salpica la memoria enrojecida por la nostalgia,  
como lágrimas partidas, 
como lágrimas perdidas  
Tiempo mejor, 
cielo de miel, 
ahora que sale el sol…y empieza a calentar la piel.  
 
Ya no duele el corazón 
y esta noche ya no sopla el viento del dolor  
Ya no duele el corazón 
y es un amargo bandoneón lo que amaga en mi canción  
 
Bronco tosarrón de tanto fumar, 
ganas de empezar a caminar  
y dejar de pensar en flores que se queman de frío, 
en un sucio jarrón vacío  
en un Río de Plata marrón que ahora miro sin apuro.  

Chiflo bajo, me pateo el hormigón  
mientras pienso, 
calentón, 
que me rajo del laburo 
y que me rajó con razón.  
 
Ya no duele el corazón 
y esta noche ya no sopla el viento del dolor  
Ya no duele el corazón 
y es un amargo bandoneón lo que amaga en mi canción

Las horas

“ Querido Leonard.
Mirar la vida a la cara,
Siempre hay que mirarla a la cara,
Y conocerla, por lo que es,
Así podrás conocerla,
Quererla,
Por lo que es.
Y luego guardarla dentro.

Leonard,
Guardaré los años que compartimos,
Siempre,
Y el amor,
Siempre,
Y las horas …”

Ya es fin de semana

Que barbaridad!

Que barbaridad
Rascale
Vais a ser testigos de algo especial
si estais preparados para flipar,chiriririchichi
hay tantas cosas que os van a epatar
hay las tallas hermosas de la realidad,chiriririchichi

Un espectaculo sin igual
Mm pasotes,excesos la vida tal cual

Que borrachera,que grande es el mar
que no me quieras ,que barbaridad ay
Un mundo entero sin descubrir ay
paseandose entero delante de ti

Vais a abrir los labios para exclamar ay
que como esta el patio, que barbaridad
una pelicula sin final
brutal,ridiculo celestial
se puede reir y se puede llorar
es una verdadera barbaridad...

Que borrachera,que grande es el mar
que no me quieras que barbaridad ay
menuda jaca,menudo patan
no tengo resaca
que barbaridad 
por los clavos de cristo que barbaridad

rascale ahi
un espectaculo sin igual
que da a la vida toda su sal
se puede reir y se puede llorar
es una verdadera barbaridad

que borrachera,que sucio esta el mar
que no me quieras ,que barbaridad ay
menuda traca ,que buena que estas
no tengo resaca
que barbaridad  por la madre de cristo
que barbaridad

rascale ahi

que borrachera ,que sucio esta el mal
que no me quieras
que barbaridad
menuda jaca,menudo patan
no tengo resaca
que barbaridad

Poesia para la supervivencia V

Lo suyo habria sido publicar hoy a Kirmen Uribe en honor a su Premio Nacional de Narrativa pero hoy necesitaba este de Angel. Disfrutadlo

Me basta así Angel Gonzalez

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
                                entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas…
(Escucho tu silencio.
                     Oigo
constelaciones: existes.
                        Creo en ti.
                                    Eres.
                                          Me basta).