Diario de sueños

Tres meses sin actualizar es mucho tiempo pero era necesario. Con todas las cosas que han ocurrido era mejor dejar a un lado el blog y no contar todo lo feo, los sueños tétricos y angustiosos y la realidad no menos desagradable.

Ahora que ya han vuelto los sueños divertidos y emocionantes puedo retomar el diario.

Camino por un parque grande con un bonito cesped. En el centro de aquel parque hay una enorme iglesia, un templo antiguo con vidrieras que ocupan las paredes casi de arriba abajo. Estoy emocionada con mi camara corriendo alrededor haciendo fotos admirando tanta belleza. Aparentemente voy en un grupo de turistas que van a hacer una visita guiada a la cripta que hay bajo la iglesia, me llaman, es la hora de entrar y no puedo descolgarme o me perderé.

Me acerco a la entrada y según bajo las escaleras noto que algo ha cambiado pero no se que es exactamente. Lo unico que puedo comprobar es que mi grupo ya no esta alli, estoy sola y no han podido correr tanto, ni siquiera se escucha al guia.

La cripta está poco iluminada, se ven algunas columnas y unas estatuas, a mi derecha puedo tomar un corredor , seguro que han tenido que seguir por ese pasillo. Cuando me dirijo hacia alli alguien me toma de la mano.

– Tienes que marcharte. – me dice.

Miro mi mano y quien está al otro lado sosteniendola.

Llevo un vestido verde largo con mangas hasta la muñeca, la mano que me retiene es la de Tyrion Lannister (sí, yo también flipo pero sólo ahora que estoy despierta)

– Ella sabe quién eres y que estas embarazada.Debes marcharte o te matará con sus propias manos.

Le miro y se que no miente, veo amor en sus ojos y yo siento lo mismo y es tan intenso y tan real que todavía no puedo borrarlo del recuerdo.
En mi cabeza resuena una frase – Me muero de ganas de verte, de estar contigo. (es extraño porque nadie la dice)

Me ayuda a subir a un carro y salimos a toda velocidad por el mismo túnel que había visto antes, en un momento estamos al aire libre atravesando una muralla y saliendo hacia el campo abierto.
Llevamos algunos animales con nosotros, una oveja y un dromedario hembra ambas preñadas. Primero tengo que ayudar a la oveja con el cordero y después llega el momento del dromedario, no hay nadie que pueda ayudarme y el parto se complica mucho.
Parece que se ha atascado y no puede salir y hay un momento en el que dudo que ninguno de los dos, ni la madre ni la cría sobrevivan.
Me esfuerzo, hago todo lo que puedo y finalmente consigo que la cria salga.
Entonces un pensamiento me entristece:
– Quien me ayudará a mi cuando llegue mi criatura? Estoy sola, quien me asistirá? a dónde iré?
Cojo las riendas y sigo adelante, y al llegar a un recodo del camino encuentro una especie de construcción, no llega a ser una casa, quizas es un refugio de pastores.
Fuera, junto a la tapia, hay gente cocinando sobre una brasa. Me invitan a acercarme, descansar y compartir su comida.

Despues solo recuerdo algun retazo suelto, asi que mejor detengo el relato aquí, antes de que empiece a no entenderse nada.