Poesia para la supervivencia

Debería ser feliz

y todas esas cosas.
Tengo amor, un trabajo,
Una casa. (Su sombra).
Debería sentir
Heidis corriendo. Rosas
sin espinas creciendo.
Debería ser otra.
¿Y qué te falta a ti?
¿ y a ellos qué les sobra?.
Un pecho es un país
Un puzzle en la memoria
Encaja lo que puede
Lo que sabe lo ignora.
Me sirven para nada
Los versos y las hostias
Debería ser feliz
Y todas esas cosas.
Tengo calefacción
Buenos amigos. Sorna
Para entender la vida
Y sus manos rugosas.
Pongo el telediario
Pongo a Dios
Pongo a Estopa
Pongo el culo al fichar
Pongo aunque nadie ponga
Debería ser feliz
y todas esas cosas
Ser mayor es un timo. Belen Reyes.

Un día después

Ves que el único regalo que realmente deseas es algo que nadie parece tener, lo mas preciado, lo que casi nadie da, lo que no se puede comprar, ni vender, ni ahorrar.
Lo único que realmente quiero es que me regales tu tiempo.

Diario de sueños

Estábamos en un pueblo de la costa, junto a la playa debiamos volver a casa ya y me preguntaste si tenia como volver a casa.
Te contesté que si, que volvería en mi moto (una especie de scooter roja) y me dijiste.
– No vuelvas en eso, ven en mi coche con las demás.
Dudé un segundo y después no se cómo me vi conduciendo mi coche, el de otros sueños, uno rojo pequeñito.
Mientras conducía no dejaba de oír criticas de alguien que venia conmigo, era cierto que me costaba cambiar las marchas, no estaban dispuestas de la forma habitual sino en diagonal o en cuadro y cambiaba de pronto el pie con el que manejaba los pedales, pero el runrún de la queja continua me estaba poniendo de los nervios.
Paramos en una estación de servicio y me acerqué a los baños, la parte escatológica me la voy a ahorrar….

Poniéndome al día

De las pocas que saqué sólo han sobrevivido éstas.

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Diario de sueños

Si bailar es soñar con los pies, soñar que se baila que es?

Esta noche soñé que bailaba contigo, estábamos en clase de tango y teníamos que hacer una serie de movimientos encadenados. Yo que soy la que voy a las clases no soy capaz de hacerlo y tú si.
Me llevas en el baile, me dices como he de poner los pies y donde y cuando y estoy un poco fastidiada porque soy yo quien debería saberlo, no tú.
Te miro y bailas conmigo pero muy lejos, entre los dos hay más de medio metro y eso me molesta, no entiendo por qué no quieres acercarte, por qué te empeñas en seguir a una distancia tan absurda que obstaculiza la fluidez del baile.
Aun así quiero seguir contigo, moviéndonos juntos al compás.