Rabanoaventura: Los concursantes definitivos

Esta semana ha habido expulsiones en la jardinera. Tras una semana de germinado y crecimiento compulsivo era necesario escoger las mejores plantas para dejar espacio a las demás y que se puedan hacer grandes.

Como soy una blanda intente  reubicar las que sacaba en lugar de tirarlas sin mas y ahora tengo dos secciones. La comuna donde se han quedado la mayoría de las plantas y el pisito de solteros donde se han ido 4.

El pisito de solteros es una maceta que compre hace un tiempo para plantar una tarjeta impregnada con semillas que me enviaron hará cosa de dos meses. Con mucha ilusión  la enterré, la regué, la puse al sol y hasta la hablé pero igual que en la vida misma, parece que no importa mucho cuanto plante, riegue, cuide o mime las palabras porque caen en suelo estéril y no dan fruto.

Así que decidí utilizar aquella maceta que después del tiempo seguía vacía, para algo que me proporcionara alguna alegría en lugar de tanta frustración.

Escogí cuatro de las plantas a punto de ser desahuciadas y las replanté. Esa misma noche uno de ellos, a quien llamaremos Solterito nº3, estaba mustio, con las hojas pegadas a la tierra, blandito… se me caía el alma a los pies. Que podía hacer por el? No tenia ni idea, así que hice lo único que sé, regar, y rezar al diosito de las plantas por que se recuperara.

No se si fueron los rezos, el riego, o que tenia que ser así pero al día siguiente Solterito nº3 estaba tieso y pimpante en la maceta y yo mas feliz que una perdiz.

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Supervivientes: Aventura en el balcón

Desde Semana Santa llevaba decidida a llevar a cabo este plan. Antes era algo que me rondaba pero que no llegaba a tomar suficiente fuerza como para dar el paso y empezar.

El curso de agricultura ecologica me dió ese pequeño impulso necesario, para ponerme manos a la obra. El fin de semana pasada quise ir a comprar una orquidea para mi madre y aprovechando que el Pisuerga pasa por Leroy Merlin, me llevé una jardinera grande,10 litros de  tierra y un sobre de semillas de rábanos.

Tradicionalmente en mi casa no hay cosas vivas, somos dos habitantes, vivos por supuesto pero no hay ni peces, ni pajaros, ni perros, ni gatos ni siquiera una planta, porque una vez se me ocurrió traer una, se llenó de gusanos y me daba tanto repelús que no podia ni siquiera tirarla.

Después de aquella experiencia se me quitaron las ganas de tener cosas susceptibles de criar ecosistemas independientes.

Inexplicablemente a finales del invierno pasado empecé a interesarme por la permacultura, la jardineria de guerrilla y la agricultura  urbana y parece que poco a poco todo se fué conjugando hasta llegar al punto en el que me encuentro ahora.

El lunes, con la menguante como mandan los cánones, planté mis semillitas, las tapé con un poco de tierra y las regué esperando que el tiempo hiciera su trabajo.

Durante toda la semana, las he observado de cerca, las he regado cada dos dias y he movido amorosamente la jardinera para que les diera el sol o por lo menos la mayor luz posible.

Esta mañana antes de irme al curso he asomado la cabeza y ahi estaban. Tres de las semillitas habian germinado y asomaban ya entre la tierra!!!! Para la hora de la comida tenia 6  brotes.

Ahora empieza la verdadera aventura, un mes en el que conseguir que esos brotes sobrevivan, crezcan y se conviertan en sabrosos rabanos para nuestra ensalada.

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